Noticia original de Ana Gaitero en el Diario de León con fecha 12-05-2017. Enlace:
http://www.diariodeleon.es/noticias/sociedad/escuela-rural-cooperativa-bierzo_1159711.html
La vida cotidiana como fuente de aprendizaje, la experimentación, el cuidado de las emociones y la comunicación con el entorno son cuatro de los ejes de la educación que se practica en el CRA La Abadía y más en concreto en la escuela de Villaverde de la Abadía, en el Bierzo.
La maestra de infantil Pepi Díaz Villaverde puso ayer el broche final al curso sobre Movimientos de Renovación Pedagógica en la transición y la reforma educativa con su ponencia sobre la experiencia cooperativa en esta escuela rural desde hace más de 25 años.
En esta escuela, el alumnado de infantil aprende los números con un calendario personalizado que elaboran de forma colectiva, con sus fechas señaladas para celebrar días y acontecimientos, entre ellos, los cumpleaños de cada niño y cada niña.
El conocimiento y la interacción con el entorno se encaja en el curriculum educativo de manera natural. Se realizan recorridos por el pueblo y por puntos señalados y emblemáticos como un punto donde limitan nada menos que cuatro municipios bercianos.
El método cooperativo da un protagonismo especial a la investigación con la teoría del tanteo experimental que ya formuló Celestin Freinet a principios del siglo XX como método de aprendizaje natural, mediante «el ajuste, la búsqueda y la progresión» y cuyo resultado reporta «economía, seguridad y capacidad». «Las niñas y los niños investigan igual que lo hacen los grandes investigadores: se plantea una hipótesis, recogen datos, se experimenta con los materiales…», explicó ayer en la Fundación Sierra Pambley ante el nutrido grupo de personas que acudieron al taller.
A esta metodología se suma el valor de la comunicación y el gusto por las cosas hermosas y bien hechas. De manera que se fomenta la expresión en el grupo y que «se valore el gusto para presentar las cosas bien».
En la escuela cooperativa se cuenta con las familias y con la comunidad porque «todo el mundo sabe y puede aportar». Madres peluqueras, padres radiólogos, enfermeras o agricultores, abuelas músicas y poetas… han llevado a las aulas sus habilidades y saberes de manera práctica. Pepi Díaz contó como anécdota el éxito de las clases de ganchillo que llevaron al aula las mujeres de la asociación del pueblo, sobre todo entre los niños, que nunca habían tenido la oportunidad de manejar la aguja. El pueblo y sus tradiciones también es fuente de inspiración artística y rituales, como el día de la Estrella, que todo el colegio celebra en mayo con la subida a San Juan de Paluezas.