Sahún, 3-09-2012
Iba a terminar esta hoja de Diario y acabo de ver que Urko y Olatz nos han dejado un comentario aquí: https://escuelarural.net/patatas-intestinos-vara-jaquesa#forum42 así que añado esta nota por si queréis leerlo. Qué bien que nos escribáis, os echamos de menos y queremos veros pronto 🙂
Ayer observaba a Teo y a Dasha con su silla, su banqueta y su cuerda. Observaba como disfrutaban atando, encogiendo, estirando, estimando y calculando longitudes, peso de la pieza del centro, forma y fuerza del nudo,… y disfrutaba viéndoles absortos en la tarea. Recordaba los estudios que hay sobre la pedagogía del “laissez fair”, del “dejar hacer”, que afirman que en esas situaciones los niños y las niñas tardan más en encontrar “la solución esperada”, pero acaban encontrando muchas más soluciones y aprenden en el proceso construyendo sus conceptos y las relaciones entre ellos y no sólo memorizando, además de hacerse protagonistas de su propio itinerario de aprendizaje.
También estuvimos hablando del aparato circulatorio, del tamaño del corazón, ¿sabías que es como tu puño?, las palpitaciones necesarias para mover la sangre por el doble sistema (pulmones y por todo el cuerpo) y llevar oxígeno y alimentos y recoger dióxido de carbono y desechos de las células, palpitaciones que se pueden sentir en la muñeca…
– En un programa de la tele vi que con una chapita y un palillo puesto sobre la muñeca se balanceaba con las pulsaciones
– Si, en el cole podemos hacerlo con plastilina y un palillo…
y también pueden sentirse en el cuello, como en las películas…
– las noto…
Luego empezamos a recoger nuestros datos (edad, altura, peso, pulsaciones,…) en un cuadro de doble entrada…
Me hizo mucha gracia comprobar que sumando la edad de todas las niñas y niños tenían más años que yo, aunque a Aleth, eso de ser más viejas que yo juntando los años no le hizo ninguna, je, je,… Y en que vengan Olatz y Urko también sumaremos alturas y pesos, y mediremos pulsaciones en reposo y corriendo (ojala contáramos con un fonendoscopio), y … cuantas cosas por hacer cuando dejamos hacer en la escuela 😉
Hoy hemos continuado pesando con la báscula que ha traído Edurne para ir completando los datos.
Luego hemos visto con el vídeoproyector unos bits de inteligencia como ejemplo, los de la página de ntic.educacion.es, y parece que ahora si entienden las imágenes que necesitamos por lo que todas y todos los de primaria se han comprometido a colaborar para crear nuestras propias colecciones. Aleth ya había traído imágenes del cuerpo por fuera, de Londres y de animales, pero no son suficientes. Cuando las tengamos seleccionadas y con series completas ya las iremos subiendo aquí.
Hemos aprovechado que teníamos el vídeoproyector conectado para explicar como hacer cuadros de doble entrada en el ordenador con un programa de tratamiento de texto (mejor LibreOffice u OpenOffice) y así comenzar a pasar a limpio los datos recogidos.
Sólo nos han faltado patatas, aunque ayer trajo Aritxe y hoy se han acordado Aleth, Edurne y Martí, todavía no tenemos suficientes para cortarlas y estampar con ellas, para ponerlas en agua y ver como nacen sus raíces y tallos,… lo que si hemos visto han sido sus “ojos”. Mañana seguiremos con ellas, si tenemos más.
Quedarían más cosas por contar como la poesía que nos ha enseñado Martí sobre los animales y que era muy divertida, el cuento del tiovivo que hemos leído y que me ha recordado una vieja y hermosa poesía que empieza con “Pegasos, lindos pegasos…” de alguien que se llamaba “A. M.” y que vamos a buscar para mañana (si te animas también puedes buscarla tú con estas pistas),… , pero, sobre todo, no quiero dejarme una imagen, una de esas imágenes que diferencian las pequeñas escuelas rurales de los pueblos de otras escuelas mucho más grandes y urbanas, una imagen de esas que explican por sí solas la magia de este tipo de escuelas, la humanidad en la que crece nuestro alumnado, es la imagen de Teo, de 3 años, en la plaza, nuestro recreo, que de repente le ha acercado la cuerda a uno de los vecinos del pueblo que estaba allí tomando el sol y que no conocía, Ángel de casa La Era, y con su ilusión y sus ojos chispeantes de alegría le decía “amos, amos” para que diera a la comba con él, lo que le provocaba un brote de felicidad que se aprecia perfectamente en su rostro y que nos ha contagiado a quienes estábamos observándolos:
Y casi se me olvida, por los lenguajes aprendidos en nuestro pasado seguíamos llamando “deberes” a propuestas de trabajo no obligatorias y surgidas por parte de todas, y que se pueden hacer en cualquier momento (en el aula, en casa,…), así que hemos decidido que ya no las llamaremos “deberes” sino propuestas de trabajo o trabajos para evitar confusiones con los “deberes”.