Vivimos en un hermoso territorio, el valle de Benasque, en la Alta Ribagorza aragonesa, y pensamos que es importante que nuestros niños y niñas conozcan y sientan lo que ocurre fuera de nuestras aulas.
Si además nos abrimos a nuestra comunidad educativa nos encontramos con auténticos regalos como las mulas, Paloma y Peregrina, que tienen Álvaro, el padre de Teo, con Alberto, Agustín y Kike. Son unas mulas con las que están iniciando la aventura de Trekking Mule (no te pierdas su página), convirtiéndose en modernos arrieros, y que nos ofrecieron para disfrutar de una estupenda excursión de otoño además de enseñarnos ese oficio.
Así que, ni cortos ni perezosos, nos pusimos en marcha e hicimos nuestra salida de otoño recorriendo un viejo sendero de Villanova en el que, además de convivir en la naturaleza, pudimos ver y conocer su antiguo horno de cal, un horno de cal muy bien conservado, y una construcción fundamental para conocer el pasado de nuestro valle, ya que todos los edificios importantes y las casas se construían antes con cal como argamasa y se encalaban para protegerlas de plagas e insectos.
Pero vale de rollos y mejor lo ves:
