¡Qué me caigo!

Sahún, 9 de enero de 2013 Hoy, nada más llegar, han ido cogiendo multicubos y marchando a su sitio para explorar posibilidades: una granja, caballos, más flores y nombres, ¿sería posible un pueblo?… Pero les he propuesto un juego de cooperación, un juego muy sencillo para despertar y comprobar que las cosas pueden resolverse mejor si nos ayudamos. El juego consiste en ponerse en fila en un banco o en una fila de baldosas y cambiarnos sin caernos hasta que todas las personas de la fila hayan cambiado sus lugares. Para solucionarlo han ido surgiendo estrategias: Edurne, que es muy flexible, se ha agachado y ha reptado entre los pies de las demás, otras han descubierto que sujetándose en posición “de baile” podían intercambiar sus lugares, para otras era más fácil si las “vecinas” ayudaban sujetándolas,… y después de unos cuantos intentos, al final lo han conseguido y han querido repetirlo varias veces entre risas. Pero mejor lo véis… Me hubiera gustado dedicar un poco de tiempo a un juego de atención basado en la respiración y una pequeña visualización, pero el atractivo de los multicubos era muy fuerte y han seguido con ello. Mientras, Teo, aprovechando el despiste, ha llenado la pizarra de dibujos y me ha tirado de la manga para enseñarme a su papá en la montaña: Al final hemos conseguido salir de los multicubos para empezar a preparar nuestros dominós de emociones, de números del 1 al 10, de animales enteros y de animales partidos por la mitad. Cuando estén pintados los plastificaremos, recortaremos y a jugar. Y si quieres hacerte los tuyos no tienes más que descargarte el archivo del final e imprimirlos. ¡Qué los disfrutes! Dominós de emociones, animales y números

Attached documents