1.- EL INFORME DEL CONSEJO ESCOLAR DE NAVARRA
Este informe de 381 páginas contiene 79 veces la palabra rural, lo que demuestra la importancia que da el Consejo Escolar de Navarra a la ruralidad, tanto para analizar el contexto socioeducativo como para dar respuesta a la realidad escolar rural.
Pero lo más importante para mi es que existe un apartado específico sobre escuela rural, de 5 páginas (240-254), con varios anexos de datos. En este apartado podemos encontrar el marco general, algunos datos y especialmente una lista de propuestas.
Con el afán de facilitar el acceso a las personas interesadas se trasladan algunos párrafos, indicando que la versión pública en pdf no permite la copia automática.
4.11. Escuela rural
En el curso 2016-2017 el Consejo Escolar de Navarra trató de manera específica la Escuela rural en Navarra. El amplio trabajo desarrollado fue presentado en la revista IDEA y en una publicación de su serie de monografías. Cuanto sigue sigue son algunos de los contenidos de las mismas.
El término ruralidad hace referencia al vinculo que establece una comunidad con un espacio concreto, trasciende al hecho de vivir en una zona determinada y supone una forma de identificación con ella. La escuela rural contribuye, de manera importante, a crear un espacio de servicios y comunidad en los municipios en los que está presente.
La escuela rural responde a las demandas educativas de un colectivo de familias y de alumnado, generalmente poco numeroso, que no permite una escuela graduada completa. La escuela multigrado da respuesta a esta situación, por una parte, agrupando al alumnado de distintas edades en un mismo grupo de clase, y por otra, con la presencia de una persona docente que enseña, de manera simultánea, a este alumnado de edades diversas.
En Navarra conviven en todas las zonas escuelas rurales que agrupan a su alumnado en función de las edades que tienen en cada momento. Una escuela rural denominada incompleta, que es la que no cuenta con todos los niveles de la Ed. Infantil y Primaria, agrupa al alumnado en función de las edades que tiene en cada momento. La escuela rural completa, normalmente con aulas multigrado por el reducido número de estudiantes, cuenta con todos los niveles de la Ed. Infantil y Primaria pero no tiene un grupo de clase por cada nivel educativo.
La peculiaridad de la ruralidad y de la escuela rural, como respuesta a este colectivo de habitantes, exige una metodología didáctica diferente a la que se utiliza en la escuela graduada, habitual en los ámbitos más urbanos.
Esta peculiaridad de ruralidad fomenta los espacios de coordinación y colaboración del profesorado de las distintas zonas de Navarra, que llegan, en algunos casos, a constituir equipos docentes intercentros para compartir un mismo proyecto educativo.
En cualquier caso, si definimos la escuela rural como aquella que se encuentra en un contexto no urbano encontraremos escuelas de tipología diversa dentro de la posibilidad de que sean multigrado o graduadas.
Una panorámica general sobre la escolarización y su ubicación por municipios nos aporta una imagen nítida de la gran dispersión de la misma. Así, en 114 localidades de Navarra existe una escuela, que es siempre pública, mientras que en el otro extremo, que es Pamplona, hay 44 con toda clase de tipologías.
Hay que indicar, además, que además de la graduación escolar hay un sistema de clasificación de la oferta educativa por modalidades lingüísticas que en ocasiones puede dificultar la oferta educativa en escuelas pequeñas y complicar su futuro.
Propuestas para mejorar la escuela rural en Navarra
En el contexto referido de las Jornadas que organizó el Consejo Escolar de Navarra se propusieron medidas para elaborar un Plan para la escuela rural en Navarra.
Tras décadas en las que se han ido tomando iniciativas parciales, es indudable que se impone la conveniencia de un Plan que articule propuestas desde y hacia el ámbito educativo pero en relación directa con los numerosos agentes que están presentes en el contexto rural.
Sirva lo que sigue, expresado de manera completa en la publicación “Escuela rural en Navarra” como una serie de ideas que retoman y reformulan muchas iniciativas que están en marcha o propone otras nuevas que conviene modificar y que han sido debatidas entre personas expertas y representantes de diversas instituciones vinculadas a la escuela rural.
- . La escuela rural debe ser parte activa, junto con otras estructuras, del servicio educativo entendido a lo largo de la vida.
- . La escuela rural está dentro de una modalidad específica de escolaridad que debe ser atendida de manera diferenciada, debiendo generar itinerarios educativos adaptados, vinculados al entorno y con visión universal.
- . Los entornos rurales son parte esencial del patrimonio cultural material e inmaterial por lo que son precisas iniciativas que tengan en cuenta este rasgo, siguiendo la tendencia que se está en las escuelas rurales que son de otros entornos. Los ayuntamientos de los pueblos con escuelas rurales son, y deben seguir siendo, actores principales que colaboran al bienestar y a la mejora paulatina de la calidad del servicio que se presta a la comunidad en su totalidad.
- . Es imprescindible la elaboración de un mapa escolar que tenga como objetivo central la vertebración pero de Navarra. no de forma La comarca excluyente, ha de ya ser que el puede referente haber principal centros en la y planificación servicios de carácter educativa. supracomarcal.
- . La comarcalización o la constitución de redes entre ciertas escuelas pueden ayudar la labor de una escuela rural adaptada a las nuevas demandas de la sociedad globalizaday a dar un impulso a proyectos educativos y culturales con espíritu comarcal.
- . Debe primar una visión de servicio público que permita mantener vivos los pueblos. La financiación de la escuela rural es también específica.
- . La escuela rural necesita seguir contando con políticas de potenciación que interpreten sus circunstancias y ofrezcan ayuda para desarrollar los proyectos que sean necesarios. Una medida organizativa imprescindible es la constitución de un órgano estable de coordinación dentro del Departamento de Educación.
- . Una iniciativa de futuro puede ser la constitución de un Observatorio de escuela rural que permita reflexionar y proponer.
- . Conviene definir requisitos de calidad que deban reunir los centros del medio rural sea cual sea su tamaño y los niveles que impartan
- . La definición de plantillas de profesorado y otras personas trabajadoras debe ser acorde con las necesidades, a la vez que se potencie grupos de formación en centros y de equipos de docentes de varios centros que elaboren materiales especialmente dirigidos al alumnado con agrupamientos propios de las escuelas rurales.
- . La formación adecuada del profesorado es una tarea imprescindible. En primer lugar en la formación inicial y en la formación permanente pero también para el profesorado destinado por primera vez a un centro de zona rural.
- . El recorrido profesional del profesorado rural y las condiciones laborales deben mejorarse proponiendo incentivos, haciendo los puestos de trabajo más atractivos y garantizando estabilidad
- . Las comunicaciones. la movilidad de las familias o las personas migrantes con otros idiomas están transfomando la sociedad y, como consecuencia de ello. Todos estos factores de cambio llegan también a las escuelas rurales. Estos contextos plurilingūes plantean de las lenguas nuevos que retos. hay no que exentos plantear de dudas, sobre la articulación cultural y curricular.
- . Algunas zonas rurales de Navarra son limítrofes con Francia y parece lógico plantearse proyectos compartidos entre centros de ambos lados de la frontera, como ya se han iniciado.
- . Los colegios rurales pueden y deben asumir una amplia autonomía para la organización de sus recursos, el establecimiento de su horario lectivo, la adaptación del currículo a proyectos educativos, la promoción de iniciativas innovadoras, la elaboración de programas para diversidad del alumnado, el impulso de la participación de la comunidad educativa o la organización de actividades culturales.
- . El conjunto de escuelas rurales debe diseñar redes de coordinación que permitan compartir recursos educativos, medioambientales, culturales y sociales existentes en las diversas comarcas integrando esas actividades en sus propuestas educativas.
- . La escuela rural tiene que seguir potenciando la innovación educativa para poder facilitar a su alumnado experiencias en medios distintos a los que habitualmente reside, con el fin de ponerle en contacto con otras realidades de interés.
- . La zonificación de los servicios educativos propios de la etapa de infantil y primaria debe vincularse con los correspondientes centros de educación secundaria de manera que la continuidad entre las etapas quede asegurada.
- . Los centros educativos han de establecer conexiones permanentes con otras instancias formativas y culturales del medio rural. La educación es una tarea compartida que no se desarrolla en exclusiva en el centro escolar.
- . La etapa educativa de 0-3 es tan necesaria en el pueblo como en la ciudad por ser un elemento educativo y socializador. Por lo tanto, hay que estimular y ayudar a las administraciones para que la oferta pública sea lo más amplia posible
- . La administración educativa debe fomentar la coordinación entre los centros, tanto graduados como multigrado, de una misma zona. Compartir la gestión, la organización y las tareas administrativas son medios para superar el aislamiento y mejorar el servicio.
- . Las distintas administraciones han de asumir la planificación y gestión de los servicios de transporte y de comedor combinando la calidad de los mismos con la inserción en las propias localidades siempre que resulte posible.
Como se aprecia, hay una larga lista de propuestas que en muchas ocasiones coincide con las de otros foros, autores, investigadores, etc.
2.- NOTICIAS RECIENTES SOBRE LA ESCUELA RURAL EN NAVARRA
Carballo, P. (2019): Garralda, donde los profesores repiten curso. Noticias de Navarra. 24/02/2019.
La condición de puestos de difícil provisión ha conseguido en los últimos años mayor estabilidad del profesorado.
La cercanía de las familias, el cariño de los alumnos y el compañerismo en el claustro son algunas de las razones que más reconfortan a quienes trabajan en una escuela rural.
A pesar de que las plazas que se ofertan para maestro en la escuela pública de Garralda puedan no ser atractivas por la distancia a la capital navarra o por tratarse de una escuela rural, lo cierto es que la mayoría de los profesores terminan el curso con un buen sabor de boca. Para Ainhoa Razkin, éste es su quinto año como profesora de euskera en los cuatro cursos de la ESO. Cuando llegó a Garralda, en el valle de Aezkoa, ya tenía su proyecto de vida en Zizur y vino con la intención de pasar un par de años como máximo. “La sorpresa ha sido muy positiva, sobre todo por el ambiente de trabajo y por el alumnado, ya que al ser grupos pequeños, me dejan hacer mi trabajo y me permiten llevar mejor la asignatura, pero, sobre todo, me permiten disfrutar de dar clase, que en mi caso es vocacional”, confiesa Razkin.
La escuela pública de Garralda cuenta actualmente con 87 alumnos de infantil, primaria y secundaria del modelo D en euskera y todos los profesores coinciden en que la relación maestro-alumno es muy buena y cercana. “Los alumnos te saludan por el pasillo. No te ven como una rival, tampoco como una amiga, pero aquí la relación es más sana, hay como un cierto cariño en el trato”, expone la maestra.
Ciertamente, esa satisfacción también la trasladan a los alumnos. Aquí se concentran niños y niñas del valle de Aezkoa y, en el caso de la ESO, acuden de las escuelas unitarias de Erro, Luzaide, Auritz-Burguete y Aurizberri-Espinal. Por tanto, el colegio se convierte en una coyuntura excelente para paliar la dispersión geográfica. “Las tasas de abandono escolar son bajísimas. Vienen a gusto porque se juntan con los de su edad y no hacen borota porque es en la escuela donde mejor están”, reconoce Ainhoa Mendía, directora de la escuela y profesora de ciencias naturales en la ESO.
Desde que llegó hace 18 años a esta escuela, esta vecina de Orotz-Betelu ha visto cambios el centro, sobre todo en cantidad de alumnos y en variedad de profesores. Una de las complicaciones más acusadas de esta escuela siempre han sido los vaivenes de profesores. Hasta hace unos años, por mucho que quisieran, aquellos interinos que venían a trabajar no podían permanecer más de dos cursos en el mismo centro educativo. Ahora, con la consideración de puestos de difícil provisión -aquellos en los que el Departamento de Educación tiene dificultades para encontrar personal-, los profesores son contratados para tres años y, en caso de que así lo deseen, pueden continuar en ese puesto hasta que la plaza sea cubierta. “Con la figura de difícil provisión, en los últimos años se ha conseguido más estabilidad del profesorado y eso es muy bueno para el centro y para los chavales. Ha sido un avance muy positivo”, comenta Mendía.
CERCANÍA Y CARIÑO El claustro actual de la escuela lo componen 24 profesores, de los cuales 8 o 10 acuden todos los días desde la capital navarra. Admiten que el viaje se hace más llevadero porque comparten vehículo. Son 90 kilómetros de ida y vuelta, pero con una buena compañía y conversación, el viaje siempre es más placentero. Otros, en cambio, optaron por vivir más cerca y no tener que depender tanto del coche y ya son consideradas como personas indispensables en el día a día de la vida pirenaica. Iosu Etxanobe, actual coordinador de escuelas rurales, llegó hace unos 13 años de Arbizu a la escuela de Auritz, para después trasladarse a la escuela de Garralda. Casi desde el primer momento, tomó la decisión de quedarse a vivir en la zona. En el caso de Olatz, Ana o Arantxa, actuales profesoras de infantil, llegaron hace 13, 18 y 20 años respectivamente a esta escuela y acabaron estableciendo su hogar y formando una familia en el Pirineo. Desconocen si seguirían en este centro de no haber encontrado el amor -tal vez sí, confiesa alguna entre risas- pero tienen claro que acertaron en la decisión. “Somos como una madre más. La atención es mucho más directa y tenemos que ser todoterreno. Son pocos pero cada uno es un mundo e intentas llegar a las necesidades individualizadas, por lo que el trabajo se multiplica. Pero no cambiaríamos por nada una escuela rural”, aseveran.
En ello también coincide Amaia Peña, que vino como profesora de audición y lenguaje y ahora ya lleva 16 años. “Señal de que estoy a agusto. Me gusta que la escuela sea pequeña, la cercanía con el alumnado te da opción de trabajar distintas metodologías y llegar a todos. Y también la cercanía con las familias, es más fácil poder hablar de algo que ha ocurrido si les ves todos los días”, señala.
De las últimas profesoras en incorporarse al claustro, son Lina Goienetxe y Olaia Kalonje, que éste es el segundo año que repiten en la escuela. En el caso de Lina, ya venía de trabajar en una escuela similar, en Otsagabia, por lo que no le ha supuesto mucho cambio. “El ambiente es muy bueno y hay una mayor relación con las familias. No me imagino en ningún otro sitio que no sea una escuela rural”, apostilla. Para Olaia, el cambio ha sido más drástico, pero no por ello, ha dejado de ser positivo. “Me lo han puesto fácil. Hay mucha tendencia a compartir entre los profesores, no hay departamentos como en los centros grandes, y he agradecido mucho que hubiera trabajo hecho y que me hayan ayudado tanto. Ya me habían dicho que te acogen muy bien, aunque no imaginaba esto”, dice con una sonrisa.
Sin embargo, aunque a todos los profesores les compensen más las ventajas de trabajar en una escuela rural, reconocen que el trabajo resulta fatigoso, tanto o más que en cualquier escuela. “Algunos piensan que por tener menos ratio se trabaja menos, pero es al contrario. Es verdad que es una gozada en el momento de dar clase, pero al llevar tantos cursos a la vez, el trabajo a la hora de preparar las materias es mucho más intenso en una escuela rural”, concluye Kalonje.
El Post-it Concentración escolar. Durante este curso, la escuela pública de Garralda (modelo D) acoge en infantil y primaria a 49 niños y niñas del valle de Aezkoa (8 en Infantil y 41 en Primaria). Sin embargo, al ser el único centro de la zona que oferta Secundaria, en 1º de la ESO la cantidad de escolares se ve incrementada por la incorporación del alumnado de las escuelas unitarias de Aurizberri, Auritz, Luzaide y Erro, que en el caso de este año suman 38 alumnos. Por suerte, parece que el año que viene se mantendrá.
Estos centros agrupan alumnado de distintas edades. La mitad estudia en euskera y un 27% cursa los modelo G y A. La cifra se mantiene estable en el último lustro
Pamplona – Cerca de 3.000 escolares de Infantil y Primaria estudian en las 72 escuelas rurales existentes en Navarra. [[Estos datos difienren mucho de los que ofrece el Consejo Escolar del Estado sobre la escuela rural en Navarra al indicar que existe un sólo CRA con unos 58 alumnos, dato que contribuye a invisibilizar fuera de Navarra la magnitud de su escuela rural.
Los datos autonómicos del Consejo Escolar del Estado se refieren a Colegios Rurales Agrupados (CRA), pero en Cataluña computan las Zonas Escolares Rurales (ZER) o los Colectivos de Escuelas Rurales (CER) de Canarias.]] Estos centros responden a las demandas educativas de un colectivo de familias y alumnado, poco numeroso, que no permite una escuela graduada completa de ahí que agrupen a escolares de distintas edades. El número de niños y niñas que acude a estas escuelas se ha mantenido estable en este último lustro, y la distribución por modelos lingüísticos ha variado en favor de la enseñanza en euskera. En la actualidad, la mitad de estos alumnos de 3 a 12 años estudian en escuelas de modelo D mientras que el 26,8% cursa sus estudios en castellano y el 23,6% lo hace en centros que ofrecen el Programa de Aprendizaje en Idiomas (PAI). Estos escolares son atendidos por un total de 604 docentes fijos e itinerantes.
En la actualidad, en la Comunidad Foral, según el Informe del Consejo Escolar de Navarra, hay un total de 225 centros públicos y concertados de Infantil y Primaria. En 114 pueblos hay sólo una escuela (siempre pública), once localidades tienen dos, en ocho hay tres, en dos (Barañáin y Villava) existen cuatro, en Burlada hay seis y en Tudela siete. Pamplona se lleva la palma con 44 colegios. Aunque la escuela rural se escapa a una definición cerrada, tal y como se recoge en el Informe del Consejo Escolar de Navarra, si se tienen en cuenta ciertas características la conclusión es que existen 72 escuelas rurales.
ocho o menos grupos El término ruralidad hace referencia al vínculo que establece una comunidad con un espacio concreto, trasciende el hecho de vivir en una zona determinada y supone una forma de identificación con ella. Esta es una de las ideas que aparecen en el monográfico sobre escuelas rurales elaborado por el Consejo Escolar de Navarra. La escuela rural, dice este estudio, “contribuye de manera importante a crear un espacio de servicios y comunidad en los que está presente”. Responde a las demandas educativas de un colectivo de padres y madres, que no suele ser muy numeroso, que no permite una escuela graduada completa.
Se consideran escuelas rurales aquellos centros que, además de estar situados en zonas rurales, tiene ocho o menos grupos de alumnado (a partir de nueve tienen un grupo por edad y ya no se consideran rurales aunque estén en zona rural). La característica fundamental para ser una escuela rural, explican desde el departamento de Educación, es que tengan escolares de varias edades en un mismo grupo, lo que llaman aulas multigrado.
La peculiaridad de la ruralidad y de la escuela rural, según el monográfico, exige una metodología didáctica diferente a la que se utiliza en las escuelas habituales de ámbitos más urbanos. Una especificidad que fomenta los espacios de coordinación y colaboración del profesorado de las distintas zonas de la Comunidad Foral, que llegan, en algunos casos, a constituir equipos docentes intercentros para compartir un mismo proyecto educativo. En la actualidad, un total de 604 profesionales (fijos e itinerantes) dan clase en las escuelas rurales.
Crece el euskera Según datos del departamento, este curso un total de 1.470 escolares están inscritos en escuelas que imparten sólo modelo D (enseñanza en euskera), lo que supone la mitad de los 2.971 alumnos. El 26,8% (799) acude a centros de modelo G (castellano) y modelo A (castellano con asignatura en euskera) mientras que el 23,6% restante (702) estudia en programas PAI.
El número de alumnos inscritos en escuelas rurales se mantiene estable si bien por primera vez en seis años ha caído ligeramente por debajo de los 3.000 alumnos debido, señalan desde Educación, al descenso de la natalidad. La distribución por modelos ha variado en favor de la enseñanza en euskera D. Así las cosas, en el curso 2012-13, según datos del Consejo Escolar, el modelo G (castellano) agrupaba al 45% del alumnado (1.409) mientras que un 43% iba a escuelas rurales de modelo D y el resto, 336 alumnos, a centros combinados.
Hace una década la escuela unitaria San Esteban de Erro temía por su futuro. Por aquel entonces, sólo quedaban cuatro alumnos estudiando en este centro donde únicamente se ofertaba la enseñanza en castellano. Coincidía también que la profesora Nuntxi Vidondo se jubilaba tras dedicarse media vida como maestra en esta localidad, poniendo en riesgo el devenir de una escuela que había visto dar vida y crecer a todos los niños del pueblo de Erro. Sin embargo, las familias del pueblo no estaban dispuestas a perder lo que para ellos había sido su segundo hogar en la infancia. “Cuatro o cinco familias nos juntamos y metimos presión para que se pusiera el modelo D porque para nosotros era importante que aprendieran en euskera. Si no lo llegamos a conseguir, la escuela se habría tenido que cerrar”, afirma la vecina de Erro Delia Garralda.
Como muchos otros, Delia sopesaba la idea de llevar a sus hijos a la escuela de Zubiri, a 10 kilómetros, para que pudieran estudiar en euskera. Eso, unido a que no existía un comedor en Erro, hacía más difícil aún que las familias pudieran traer a sus hijos a la escuela. “A mí me hacía mucha ilusión llevar a mis hijos al mismo sitio donde estudié yo, no sólo porque me trajera recuerdos, sino porque es una escuela pequeña donde el aprendizaje de diferentes edades a la vez es muy favorable para los niños”, añade Delia. Por suerte, tras un proceso administrativo con el Departamento de Educación y las entidades locales, lograron establecer el modelo de euskera y el comedor. Y, aunque reconocen que para sacar adelante el comedor tienen que hacer un gran esfuerzo económico tanto las familias como el Ayuntamiento de Erro, aseguran que les compensa. “Poner el modelo D y el comedor hizo que muchos decidieran establecerse aquí y desde luego, fue muy positivo para la cantidad de alumnado. Ahora en esta escuela estudian 34 niños de 22 familias del valle de Erro”, afirma la vecina de Lintzoain Marta Herrera, como miembro de la Apyma.
ESCUELA FAMILIAR Cercanía y trato familiar son dos atributos que ya se intuyen al atravesar la puerta de cualquier escuela rural. Y más aún en una escuela unitaria como la de Erro, donde los 34 niños están divididos en tres grupos, coincidiendo niños de diferentes edades en una misma aula. “La misma diversidad nos da muchas posibilidades y tenemos flexibilidad para amoldar la enseñanza a las características de cada alumno. Este año, por ejemplo, hacemos talleres de cocina, música, disfraces, etc, donde mezclamos a todos y eso es enriquecedor para ellos”, reconoce Oihana Echarte, directora del centro.
De la misma manera, los padres y madres valoran muy favorablemente las ventajas que ofrece una escuela unitaria. “Es muy positivo que se mezclen. Aprenden unos de otros y se acostumbran a jugar todos juntos, no sólo con los de su edad. Y lo mismo ocurre con las familias, hay un trato muy cercano y familiar entre nosotros y los profesores, no vienes a recoger a tus hijos y te vas, sino que participas en las actividades de la escuela y nos relacionamos con todos”, asevera Delia. Singularidades que, para bien o para mal, únicamente atesoran las escuelas rurales. “Al ser una escuela pequeña, aquí están más arropados y nos conocemos todos. Al final esto es como una gran familia”, concluye Marta Herrera. –
Olarzarán, M. (2019): La escuela rural quiere un plan. Noticials de Navarra. 24/02/2019.
Educación ultima la creación de la red de escuelas rurales que pondrá en marcha el próximo curso un plan estratégico para abordar sus retos y reivindicaciones
Las escuelas rurales de Navarra llevan años demandando un plan que articule propuestas para conseguir que ningún centro se vea obligado a bajar las persianas. Porque las escuela son sinónimo de vida, y no se les puede dejar de lado. En los últimos años se han puesto en marcha algunas medidas para mantener en pie estos centros escolares, pero aún queda mucho por hacer. Así se unas jornadas organizadas por el Consejo Escolar de Navarra, y que se recogen en su último informe, se plantean varias iniciativas que nacen del debate de personas expertas y representantes de diversas instituciones vinculadas a la escuela rural.
Una de sus reivindicaciones está a punto de hacerse realidad. Se trata de la creación de una Red de Escuelas Rurales, un espacio que sirva de nexo entre los 72 centros.
Sus objetivos, explican desde el departamento de Educación, son
- elaborar un plan estratégico para la escuela rural con el que abordar los retos inmediatos y futuros;
- establecer relaciones de colaboración entre los centros;
- darles mayor visibilidad;
- y ofrecer un banco de recursos. El plan se pondrá en marcha el próximo curso
- al igual que la reducción de las ratios en dos escolares en cada aula multigrado.
Organización y presupuesto.Nuevo mapa escolar y más apoyos
Tal y como se recoge en el monográfico de escuelas rurales elaborado por el Consejo Escolar, los expertos consideran fundamental que “se prime la visión de servicio público de las escuelas rurales que permite mantener vivos los pueblos”, y abogan por una financiación específica. Y es que, en su opinión, la escuela rural necesita seguir contando con políticas de potenciación que entiendan sus circunstancias y ofrezcan ayudas para desarrollar sus proyectos. “Es necesario un órgano estable de coordinación dentro del departamento y que se cree un observatorio de escuela rural para reflexionar y hacer propuestas”. Esta reivindicación se plasma en la futura Red de Escuelas Rurales, que está “casi constituida”, dicen desde Educación.
Asimismo, estos expertos apuestan por elaborar un mapa escolar que tenga como objetivo la vertebración de Navarra. “La comarca ha de ser el referente principal de la planificación educativa pero no de forma excluyente, ya que puede haber centros y servicios de carácter supracomarcal”, afirman. La constitución de redes entre escuelas, dicen, puede ayudar la labor de una escuela rural adaptada a la sociedad globalizada y dar impulso a proyectos educativos y culturales de espíritu comarcal.
Por otra parte, los expertos ven necesario potenciar la oferta pública del ciclo 0-3 años y vincular la zonificación de los servicios educativos propios de Infantil y Primaria con los correspondientes centros de Secundaria de manera que la continuidad entre las etapas quede asegurada. En cuanto al transporte escolar, cabe recordar que más de 70 ayuntamientos han solicitado extender hasta los 18 años el transporte escolar para atender al alumnado de Bachillerato.
Profesorado
Formación, incentivos y materiales propios
En relación al personal, los expertos recuerdan que la definición de plantillas de profesorado y otros trabajadores debe ser acorde con las necesidades de los centros. Asimismo, ven “imprescindible” que los docentes tengan una formación inicial y permanente adecuadas, y abogan por potenciar grupos de formación de equipos docentes que elaboren materiales dirigidos a alumnado con agrupamientos propios de la escuela rural.
Por otra parte, los expertos consideran que el recorrido profesional del profesorado rural y sus condiciones laborales deben mejorarse y plantean que se propongan incentivos, se oferten puestos de trabajo más atractivos y se garantice la estabilidad.
Al hilo de esta cuestión, el departamento recuerda que el pacto para la mejora de la calidad de la enseñanza pública recoge:
- una bajada de ratios en dos alumnos en cada aula multigrado.
- Además, los centros con más de cinco niveles agrupados tendrán además medio profesor de apoyo más.
- Así las cosas, las ratios oscilarán entre los 5 alumnos (con menos la escuela se cierra) y los 16 alumnos.
Retos. Más autonomía y nuevos contextos plurilingües
La escuela rural se enmarca en una modalidad específica de escolaridad que debe ser entendida de manera diferenciada, según aseguran estos expertos, y para ello “se deben generar itinerarios educativos adaptados, vinculados al entorno y con visión universal”. Por ello, estos colegios pueden y deben asumir una amplia autonomía para la organización de sus recursos, el establecimiento del horario lectivo, la adaptación del currículo a proyectos educativos, la promoción de iniciativas innovadoras o el apoyo a la diversidad.
Y es que la escuela rural tampoco es ajena a las comunicaciones, la movilidad de las familias o las personas migrantes con otros idiomas. Estos contextos plurilingües, recoge el monográfico, plantean nuevos retos sobre la articulación cultural y curricular de las lenguas que hay que plantear. Por ejemplo, algunas zonas rurales son limítrofes con Francia y ya se plantean proyectos compartidos entre centros de ambos lados de la muga.
Asimismo, la escuela rural tiene que seguir potenciando la innovación educativa para poder facilitar a su alumnado experiencias en medios distintos a los que habitualmente reside. De ahí también la importancia de fomentar la coordinación entre centros graduados y multigrado de una misma zona “para superar el aislamiento”.
3.- VALORACIONES PERSONALES
a) El proceso iniciado es muy interesante y esperanzador y da continuidad al ya iniciado (Escuelas Rurales coordinadas, Jornadas de Escuelas Rurales, la Jornada de Escuela Rural que organizó el Consejo Escolar de Navarra-CEN, la publicación del libro al respecto, el Pacto para la mejora de la calidad de la enseñanza pública, el apartado de Escuela Rural en el Informe Anual del CEN…). Además, cabe indicar que los esfuerzos en educación parecen dar buenos resultados en evaluaciones externas de la Comunidad Foral de Navarra.
b) La visión que trasladan las periodistas sobre la escuela rural en Navarra a partir de datos, entrvistas con maestras y familias es muy positiva y es necesario elogiar y agradecer el esfuerzo realizado en la publicación de esos artículos de divulgación sobre la escuela rural, porque aportan una visión muchísimo más personalizada y emotiva que la que se desprende de los documentos ya citados. Además, añaden algunos datos importantes:
– reducción de ratio en multigrado y mínimo de 5 alumnos para mantener abierta la escuela.
– petición de extensión de transporte escolar para enseñanzas postobligatorias,
– la coexistencia de escuelas pequeñas escuelas con otras que concentran su alumnado, así como escuelas rurales que atienden alumnado de ESO;
– la importancia del modelo lingüístico para captar alumnado, así como la existencia de comedor escolar,
– definición de escuelas rurales como ubicadas en este medio con menos de 9 unidades con alguna unidad multigrado, excluyendo las que no son multigrado.
c) Muchas de las propuestas creo que serían aceptadas por otros partidos políticos diferentes del Gobierno actual de Navarra, pero hay que defenderlas como bien común y no como elemento de confrontación política.
d) No hay referencia a la extensión de la educación infantil en primer ciclo en zonas rurales ni a la atención especializada de alumnado con discapacidad y tampoco se cita la educación de personas adultas (esta es una de las comunidades con nivel de estudios más elevado de la población adulta) ni la extensión de internet y TIC para facilitar la formación a distancia.
e) Pese a citar la zonificación escolar, no hay referencias al papel de la FP en el medio rural ni a su extensión o facilidades de acceso al alumnado rural.
f) La definición de escuela rural a que se refiere el CEN y el Gobierno es poco concreta.
g) Cabe destacar la visión de interrelación de las escuelas rurales con otras entidades del entorno, otorgándoles un papel clave en el futuro de desarrollo rural y de la vertebración territorial.
3.- PROPUESTAS:
1) Se sugiere acceder al Plan de Escuela Rural de Castilla y León e indigar en él, considerando que es una propuesta de un partido político y no una propuesta gubernativa.
2) Antes de iniciar el Plan habría que:
. definir el mapa escolar rural de la comunidad (zonas escolares, etapas educativas,… superando la barrera de la educación primaria),
. analizar las condiciones de trabajo del personal docente en la comunidad y especialmente en zona rural, tanto de CEIP, escuelas rurales con o sin ESO, poniendo especial atención a las itinerancias (seguros, responsabilidades, cargas horarias, etc), a la formación inicial y continua (en rural, metodologías activas, TIC, convivencia, desarrollo rural, etc.), a la estabilidad y movilidad (casa de maestro, puntos, dotación económica, puestos de especial dificultad, etc.).
. poner sobre mapa los recursos educativos existentes y su estado…
. definir los posibles colaboradores (diputaciones, ayuntamientos, grupos de acción local LEADER, administraciones no educativas, entidades privadas sin ánimo de lucro, sindicatos, etc.), recursos financieros (propios, de administraciones locales o de otras, de la UE,…) y designar una comisión de coordinación.
3) El Departamento de Educación de Navarra podría considera la cantidad de escuelas rurales coordinadas, a partir de su Mapa de la Escuela Rural, así como el CRA y enviar sus datos de escuela rural con 3000 alumnos, de escuelas rurales coordinadas y de CRA, para evitar invisibilizar en España la escuela rural.
4) La visión histórica permite mejorar las propuestas de presente-futuro, por eso sugiero recuperar el libro Concentraciones escolares en Navarra : 1962-1985 de José Remigio Navarro Múgica, 1992. Parte del modelo desarrollado hace 50 años y analizado hace casi 30, pero que sigue vigente en algunas zonas y hay Presupuesto del Gobierno Foral para algunas de esas concentraciones y ha habido procesos judiciales porque algunos ayuntamientos se encargan del mantenimiento y gastos de instalaciones de las escuelas y acogen alumnos de otros pueblos. Pero habría que actualizarlo con las aportaciones de las distintas Jornadas de Escuelas Rurales de Navarra.
5) Animo al Consejo Escolar de Navarra y al Departamento de Educación a constituir un órgano estable de coordinación dentro del Departamento de Educación para facilitar la constitución de un Observatorio de escuela rural, con una visión que no se centre exclusivamente en infantil-primaria.
ÁNIMOS.