En una nota de prensa que han enviado desde la escuela de Olba al ecodeteruel.tv cuentan lo siguiente:
El motivo, su proyecto educativo y la comunidad educativa que le da vida.
El colegio de Olba es el motor de repoblación de este pequeño pueblo de la sierra de Gúdar-Javalambre. Un municipio que no puede ofrecer trabajo, ni casas en alquiler, pero aun así, cada año atrae a más y más familias.
Por poner un ejemplo, de 45 niños y niñas que se han matriculado para el curso escolar próximo, solo dos de ellos, son de familias originarias del pueblo.
Olba, no es el único municipio que crece gracias a su proyecto educativo de innovación. Dentro y fuera de Aragón hay varios ejemplos similares.
Este proyecto atrae a las familias porque es una escuela rural pública donde abre las puertas a la participación de la comunidad y se centra en el interés del alumnado. En su metodología se trabaja sin libros de texto. Los y las niñas, aprenden a través del entorno, del huerto, del bosque, de talleres, ambientes, etc. El objetivo es que aprendan con respeto, cariño y se desarrollen en todos sus aspectos.
En estos momentos, la comunidad educativa está reivindicando el apoyo, reconocimiento y consolidación del proyecto educativo para seguir avanzando con la calidez que se merecen las niñas y los niños.
Necesitamos que el proyecto educativo de innovación se reconozca, que el equipo educativo se consolide y que el edificio de la escuela reúna las condiciones necesarias para acoger al alumnado y llevar a cabo el proyecto educativo con calidad.
El edificio de la escuela es obsoleto y pequeño. No puede acoger el número de alumnado para el curso escolar que viene, ni cuenta con los espacios necesarios. Tenemos un edificio con un porcentaje de humedad altísimo que es insalubre. Un edificio no adaptado, con aulas pequeñas, donde los/as niños/as tienen que pasar por dentro de un aula para acceder a los baños, con un patio minúsculo, con baños no adaptados para personas con dificultades motoras, etc…
La Comunidad educativa de Olba está en contacto con todas las administraciones competentes para buscar soluciones, pero a día de hoy no sabemos qué va a pasar.
¿Algún día nuestro Departamento de Educación escuchará, apoyará y difundirá estas experiencias reales que ya existen y que demuestran que desde las escuelas de pueblo con un proyecto propio es posible no sólo mantener sino también ayudar a recuperar la vida de nuestras pequeñas localidades al borde de la despoblación?
¿O seguirá como hasta ahora, mirando hacia otro lado, limitándose a montar jornadas, observatorios y lanzando vacíos titulares de prensa?