Hemos vuelto de vacaciones de Navidad y toca “desmontaje”, seguimos avanzando en el curso escolar y en el año cristiano, ya estamos en un nuevo tiempo litúrgico y nos esperan nuevos aprendizajes.
Hay que retirar todos los adornos y símbolos que nos trajo la Navidad.
Tenemos que vestir de nuevo el aula, pero sobre todo a nuestra “Puerta Activa” que se ha quedado en silencio, ella no para de aprender y enseñar lo aprendido, no sólo a las niñas y los niños que le enseñan a hablar, sabemos que nuestra puerta del aula, tiene otro fin además de decorar, mucho más importante, como lo es enseñar a través de la visualización de imágenes a quienes la quieran mirar: profesorado, alumnado , personal no docente, familias, etc.
Vamos a comenzar como cada mes de enero, trabajando y preparando el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, para construir así sociedades más justas, donde reine la paz, en donde hombres y mujeres se erijan en igualdad. Y esto nos plantea un interrogante: ¿Qué le vamos a enseñar a nuestra Puerta Activa? Y un nuevo reto: decorar la puerta del aula, nuestra puerta activa.
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