Sahún, 26-09-2012
En las escuelas programamos habitualmente actividades de fomento de la lectura o invertimos horas y horas y energías en juegos “prefabricados” de animación a la lectura por esa necesidad de dirigir y controlar todo los procesos cuando, para que se produzca y se disfrute la lectura en nuestras aulas, sólo son necesarios dos elementos: tiempo para hacerlo y libros. Dos elementos así de sencillos, pero que solemos olvidar y negar a nuestro alumnado con horarios rígidos basados en asignaturas, fichas, explicaciones magistrales, obviando sus intereses y sus ritmos de aprendizaje,… o alejando los libros del aula para encerrarlos en bibliotecas.
Hoy hemos entrado al aula, me he “despistado” un rato mientras esperábamos la llegada de los demás niños y niñas, y esto es lo que ha ocurrido:
Aleth leyendo con Martí la “Historia del papel”:
Aritxe y sus “365 pingüinos”:
Y Aiçà explorando unos cuantos libros: