Un día extraño y muy matemático

Hoy ha sido un día extraño. Es lo que ocurre cuando llevamos un montón de ideas y propuestas en la cabeza y se empujan unas a otras por salir: la asamblea, el chikung, juegos de grupo, estamos en otoño, Olatz y Urko que han vuelto de vacaciones, Dani que quiere hacer un libro y necesita mirar tipografías en el ordenador, montar la estantería para el “rincón de fichas y propuestas”, Edurne que ha terminado unas pruebas que tenía pendientes, en qué día vivimos, hemos traído cosas para reciclar,… Si eso lo metemos a presión en el poco espacio que disponemos en nuestro cole, la cosa se complica y hay que hacer un esfuerzo tremendo para mantener la calma, poder comunicarnos y sacar algunas adelante, por eso tengo que agradecer a mis niñas y niños su capacidad para disolver todo ese estrés y facilitar que sigamos disfrutando.

A partir del recreo parece que ha llegado un poco de orden y con primer ciclo hemos comenzado a preparar las bandejas y los palillos para trabajar con el algoritmo ABN.

Con las bandejas ha surgido la pregunta ¿para qué podemos usarlas?…

De abanicos…

Para esconder cosas debajo, para jugar al ping-pong, poniéndoles patas como mesas para una casa de muñecas,…

Y poco a poco también hemos preparando montoncitos de diez palillos…

Todas contaban con curiosidad los palillos que tenían. Inaué ya tenía 10, 20, 30, 40,…

Y luego, con infantil, hemos disfrutado ordenando números y poniendo pinzas en las cuerdas. Dasha no tenía problemas con el 4:

Y hasta Bruna, con sus tres años, se animaba a poner pinzas en el 3:

y como le faltaban manos se ayudaba con la boca sin ningún problema:

Por la tarde Dani ha terminado su minilibro, como no, de posibles trampas para coger animales vivos para conocerlos y luego soltarlos, y con Olatz y Edurne hemos comenzado a hacer sumas con el nuevo algoritmo. En un par de intentos han pillado con facilidad la manera de trabajar con él, Edurne con números grandes y con cálculo mental y Olatz ayudándose con la “calculadora” de palillos que le han dejado Aiçà y Bruna:

Al final seguía el estrés (ruido, calor, cansancio,…), pero hemos podido disfrutar del día y cuando todos los niños y niñas se han marchado Gorettí, la madre de Dasha y la persona que cuida del comedor y de la escuela al trabajar para el Ayuntamiento, nos ha dejado el “rincón de juegos” precioso y listo para mañana: