En el artículo La Inspección ante la brecha educativa rural-urbano en España publicado recientemente en la revista profesional Avances en Supervisión Educativa se analizan datos sobre la educación en zonas rurales de España procedentes de varias fuentes: evaluaciones externas que consideran el hábitat rural (diagnósticas, TIMSS-PIRLS, PISA), nivel educativo, de formación permanente o abandono escolar prematuro (INE, Eurostat) y se constata la persistencia de la brecha rural-urbano todavía existe aunque hay indicios de mejora.
Entre las brechas existentes cabe destacar la del nivel educativo de la población en edad de trabajar, que se observa en la gráfica 1.
Gráfica 1: Porcentaje de población de 16 a 64 años y nivel de estudios por ámbito geográfico y grado de urbanización (2016)
– Nivel 0-2: preescolar, primaria y 1ª etapa de educación secundaria (hasta final ESO)
– Nivel 3-4: 2ª etapa de educación secundaria y postsecundaria no superior (Grado Medio y Bachillerato)
– Nivel 5-8: 1º y 2º ciclo de educación superior y doctorado (Grado Superior y otros estudios superiores como grado, diplomado, licenciado, ingeniero, arquitecto, doctor…) superiores como grado, diplomado, licenciado, ingeniero, arquitecto, doctor…)
Se observa que el patrón de nivel educativo de la población en edad laboral española difiere sensiblemente del que tiene la Unión Europea.
1) En España el porcentaje de población con nivel educativo bajo es mayor en todos los ámbitos que el medio y el superior, lo que significa que en general tenemos mucha población activa con escasa formación. Sólo es mayor el nivel superior al inferior en zonas urbanas.
2) Destaca la escasa presencia de población con estudios medios en España, casi la mitad que en la Unión Europea.
3) En España, la zona intermedia y urbana tienen un porcentaje de personal con nivel formativo bastante superior al de la Unión Europea. Parece que dedicamos esfuerzo a la formación de activos altamente cualificados y abandonamos la de los activos de nivel medio, provocando la sobrecualicación y emigración de algunos de ellos al no ofrecer salidas laborales acordes a sus expectativas y formación..
4) El porcentaje de población rural con escasa formación alcanza casi el 54% y el 23% tienen formación media o superior. Para aproximarnos al entorno europeo habría que conseguir aumentar el nivel formativo medio y reducir el inferior, no fomentando en exceso el aumento de los niveles superiores, que ya son próximos a los de la Unión Europea.
Para lograr esto es necesario reducir el abandono escolar prematuro, favorecer la continuidad de estudios con becas, ayudas, transporte escolar y residencias subvencionadas y fomentar la educación de adultos y a lo largo de la vida.
También es necesario recordar que la escolarización temprana en Educación Infantil es un protector contra el fracaso escolar y contra el abandono escolar prematuro, por lo cual también habría que facilitar el a la población rural el acceso a la escolarización en la zona antes de los 3 años, para evitar la discriminación de que es objeto actualmente, porque en algunas zonas no hay ninguna escuela infantil, pública o privada, que atienda escolares menores de 3 años.
Se citan otras brechas y se refieren estudios autonómicos o internacionales en los que el alumnado rural obtiene resultados similares o mejores que el resto. En el artículo no se detallan, pero puedes encontrar la bibliografía.
Cabe destacar en PISA 2015 los mejores resultados del alumnado español más rural (de localidades menores de 3.000 habitantes) respecto de los de pueblos y ciudades menores de 1 millón de habitantes, como se aprecia en la gráfica siguiente.
Para atajar las brechas son necesarias muchas medidas y entre ellas, actuar con el profesorado y mejorar su formación respecto de la educación rural.
La encuesta al profesorado de zona rural realzada en la Comunidad Valenciana muestra su percepción sobre una escasa formación inicial y continua sobre escuela rural, especialmente entre los docentes con menos experiencia. No obstante, se consideran valorados y están a gusto en la zona.
Los ámbitos formativos menos considerados son la organización y metodología en aulas multigrado, el conocimiento del medio, la educación ambiental y desarrollo rural, factores clave para lograr una escuela que arraigue la población al medio y que contribuya al desarrollo rural. Aunque también hay profesorado experto en estos ámbitos.
La Inspección de Educación en escuelas rurales, con excesiva movilidad docente, tiene varias funciones fundamentales: valorar programas, garantizar derechos, asesorar, difundir buenas prácticas y colaborar con la Comunidad Educativa en la evaluación del servicio educativo ofrecido para proporcionar a la Administración una visión precisa de la situación educativa rural. Para ello las inspectoras e inspectores de educación deben conocer el contexto rural, sus problemas y fortalezas y poner estos conocimientos al servicio de la mejora educativa y sociocomunitaria rural.
Concluye el artículo con 20 propuestas sobre los temas indicados.
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Santamaria Luna, R. (2018). La Inspección ante la brecha educativa rural-urbano en España. Avances en Supervisión Educativa, (30). https://doi.org/10.23824/ase.v0i30.634