Empezamos la clase con unas risas. Nos reímos con la a, con la e, con la í, con la u,.. y nos vamos poniendo la mano en la tripa, en el pecho, en los costados, para ver donde nos vibra con cada risa distinta. Al principio de forma organizada, y poco a poco de forma más descontrolada, contagiados de la risa el aula entera se llena de carcajadas espontáneas.
– ¿Cómo es la risa de Abdulaye?-
– Bonita –
– Sí, bonita y ¿qué más?-
– Hace mucho ruido-
– ¿Cómo se llama a lo que hace mucho ruido –
– Ruidoso –
– La risa de Abdulaye es ruidosa-
– ¿Cómo es la risa de Sara?-
– Flojita, salada, alegre, dulce,… Sí, sí, dulce-
– ¿Y la de Hugo-
– Simpática-
– ¿La de Eva?-
– Me gusta, muy animada, contagiosa, si, si, contagiosa-
– …
Vamos recorriendo las distintas risas y las ponemos en un cuadro.
Miramos, los cuadros que hemos hecho con las responsabilidades de clase, con los equipos, los horarios,… Les propongo hacer uno con responsabilidades de la escuela y responsables de cada una de ellas.
Vamos a jugar a contar de dos en dos, de tres en tres, de cuatro en cuatro,…. Ya lo hemos hecho en otras ocasiones y muchos tienen cierta soltura. Quieren intervenir a la vez. Cuesta mantener la calma. Les propongo hacerlo en una tabla. Les doy una cuadricula de 10 por diez y… ¡A trabajar! Ahora, en un cuadro de doble entrada
La clase se va tranquilizando mientras rellenan las tablas. Se ayudan de unos a otros.
– Esto son las tablas de multiplicar., que me lo ha explicado mi abuelo este verano-
– ¡Muy bien Alejandra!. Quieres contarnos que es eso de multiplicar y lo de las tablas-
– Yo ya sé multilicar.
– Multiplicar es sumar muchas veces-
Se vuelve a la agitación. Quieren ser protagonistas y todos quieren ocupar su espacio.
Sin darnos cuenta llega la hora del patio. Poco a poco van cogiendo sus almuerzos, algunos me enseñan su trabajo, otros siguen en su sitio intentando acabar antes de salir. Marcos, el encargado del orden hace volver a Javier y Nicoleta para que dejen su mesa recogida y a Mario que recoja el papel que no ha acertado a introducir en la papelera.