Saludos protocolarios de autoridad municipal, regional y estatal en la que se nos recuerda que el 22% de los colegios públicos del Estado, se encuentran en zona considerada rural en base al número de habitantes (inferior a 5.000 habitantes). Sumarían, por tanto, un total de escuelas cercano a las 6.500.
Del concejal de la ciudad de Gijón para asuntos de Educación y Cultura nos quedamos con la alusión hecha a la escuela rural de la república tras la cual poco o nada se avanzó durante la dictadura de Franco.
Dice el Consejero de Educación y Ciencia del principado que en Asturias se funciona bajo el criterio de que “cuatro alumnos hacen una escuela” que si bien, dice él, sale un 50% más costoso que el alumnado de zona urbana, merece la pena esta inversión que hace que, y aquí se pone él de ejemplo como antiguo alumno de este tipo de escuela, se puede llegar “hasta donde él lo ha hecho”.
Tras ellos y ella, viene A. Bustosi que ha hecho un repaso de la evolución de la escuela en el medio rural comenzando en la década de los 70 y hasta nuestros días. Una vez más nos ha demostrado su extenso conocimiento de las diferentes realidades del Estado en materia de educación rural. Para finalizar ha planteado una serie de guías orientativas sobre por dónde debiera ir la apuesta futura:
- Incorporación de la cultura local; la urbe global hace que los signos rurales se anulen.
- Fijación de identidad; entendida más allá de la mirada meramente folklórica y apostando por las lenguas y dialectos locales (lengua materna de nuestro alumnado en muchas ocasiones) o entendiendo los nuevos y diversos lenguajes que se van a confrontar en la escuela (neoruralidad, inmigración, lugareños que vuelven al pueblo tras un periplo profesional más o menos prolongado, etc. ).
- Fijación de la población; habla de la escuela rural como aporte para la fijación de la población en aquellas comunidades en las que el éxodo rural aún es hoy una realidad preocupante.
- No restringir el futuro académico del alumnado por el mero hecho de vivir en un entorno rural; no se le debe achicar el horizonte, para ello son necesarios recursos normativos.
La última de las conferencias de hoy ha corrido a cargo de Jaime Izquierdoii (la presentación que ha puesto la tenéis en la web oficial del congreso). En una interesante disertación sobre los diferentes momentos de la sociedad en el medio rural, ha apostado por un planteamiento ecológico para una sociedad posindustrial cuyo espacio rural situaría en tres diferentes expresiones; la periurbana, la intensiva y la campesina. Hace una defensa de una educación para la Ecocultura, la cual, defiende, debiera estar reglada, si bien, nos recuerda que “la base de esta formación es oral, está escrita en el paisaje”. Defiende pues, una escuela rural que eduque en lo cotidiano y próximo para hacerse universal, emprendiendo desde el conocimiento singular de lo local. Habla de educar para salir y poder, saber y querer regresar.
Como propuesta práctica para llevar a cabo lo anterior, apuesta por integrar a los enseñantes en los Grupos de Desarrollo Rural.
Y finaliza recordando una cita de L. Tolstoi que dice así: “Mira bien tu aldea y serás universal”.